Cartas Tarot y descripciones
La semilla no puede
saber qué va a suceder, la semilla nunca ha conocido la flor. Y la semilla no
puede siquiera creer que tiene el potencial de convertirse en una hermosa flor.
El camino es largo, y siempre es más seguro no recorrer ese camino porque el
trayecto es desconocido, nada está garantizado.
Nada puede ser
garantizado. Mil y uno son los riesgos del camino, son muchos los escollos y la
semilla está segura, escondida dentro de una dura coraza. Pero la semilla lo
intenta, hace un esfuerzo, tira la dura concha que es su propia seguridad y
comienza a moverse. Inmediatamente la lucha comienza: la lucha con la tierra,
con las piedras, con las rocas. Y la semilla era muy dura y el brote será muy,
muy suave y los peligros serán muchos.
No había peligro
para la semilla, la semilla podía haber sobrevivido por milenios, pero para el
brote los peligros son muchos. Pero el retoño emprende hacia lo desconocido,
hacia el sol, hacia la fuente de luz, sin saber dónde, sin saber por qué.
Enorme es la cruz que ha de cargarse, pero la semilla posee un sueño y la
semilla se mueve.
El mismo camino es
para el hombre. Es arduo. Mucho valor se necesitará.
Comentario:
Esta carta muestra una pequeña flor silvestre que se ha encontrado con el reto de rocas y piedras en su camino para emerger hacia la luz del día. Rodeada de un aura de brillante luz dorada, expone la majestuosidad de su pequeño ser. Desvergonzada, es igual al sol más brillante.
Cuando nos
enfrentamos a una situación muy difícil, tenemos que elegir: Podemos ya sea
tener resentimientos y tratar de encontrar algo o a alguien a quien culpar de
las dificultades, o podemos encarar el reto y crecer.
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